El Plan
La propuesta del Plan asume como bases fundamentales:
A. el Balance de diez Temas/Problemas Críticos desarrollado;
B. los seis Ejes conceptuales y de intervención para la formulación
del Plan Urbano;
C. la continuidad normativa con los instrumentos de regulación
urbana y territorial nacionales, provinciales, y municipales en
vigencia.
El estudio de las condiciones urbanas de Sierra Grande, Playas
Doradas y Punta Colorada da cuenta del proceso histórico urbano
atravesado por la comarca, caracterizado por 20 años de desarrollo
de una pujante economía de enclave alrededor del hierro, y 30
años de crisis de su matriz socioeconómica a partir del cierre de la
explotación estatal del mineral a principios de la década de 1990.
De este modo, las actuales estructuras urbanas y periurbanas
de estas tres localidades dan cuenta de diferentes momentos
en este proceso; son indicadoras de su desarrollo como
asentamientos urbanos, y permiten pronosticar su desempeño
futuro si persistieran las reglas que conducen actualmente
su desenvolvimiento. El rol activo de los diferentes niveles
de la organización del Estado en la provisión de adecuadas
condiciones de acceso a la ciudad (suelo, vivienda, equipamientos,
infraestructura), así como unas condiciones socioeconómicas
viables, son fundamentales en la definición y construcción de
un adecuado carácter e identidad urbana y de paisaje locales,
en correspondencia con el arraigo cultural de la población y el
despliegue de una sana economía urbana.
La dotación de infraestructuras de servicios urbanos, si bien está
en proceso de mejora, es todavía precaria. Las extraordinarias
condiciones del paisaje atlántico costero representan un bien común
a preservar.
Desde el punto de vista geotécnico y climático también existen
diferencias, ya que en la zona serrana, la disponibilidad de suelo
apto para expansiones urbanas se acota aún más por la presencia
de sustratos y afloramientos rocosos, que dificultan el tendido de
infraestructura subterránea y encarecen el proceso de urbanización;
en cambio, en la zona costera la geotecnia no arroja dificultades
mayores. Ambientalmente, en la zona serrana la Sierra Grande ofrece
un buen abrigo de los vientos (que disminuye en los crecimientos
hacia el este), mientras que en la zona costera es necesario proveer
de reparos artificiales adecuados.
Desde el punto de vista normativo y jurisdiccional, también pueden
señalarse diferencias importantes. La zona serrana cuenta con el
Gobierno municipal como actor protagónico, por contar con marcos
normativos mejorables, pero claros, y ser el principal tenedor de
suelo; contrariamente, en la zona costera se superponen agencias
nacionales, provinciales y municipales, el principal tenedor de suelo
se encuentra en el sector privado, y actualmente existen importantes
vectores de transformación productiva, los cuales justifican el
presente Plan y que seguramente tendrán impacto también en la zona
serrana.
A efectos de planificar un ordenamiento urbano que resulte adecuado
para acompañar la futura gestión del territorio del Área en estudio,
en relación a las demandas presentes y futuras identificadas, resulta
necesario asumir las diferencias cuali y cuantitativas que presentan
entre sí la zona serrana y la zona costera; las que por un lado,
señalan diferentes agendas y disponibilidades para el crecimiento
urbano, y por otro, justifican la adopción de diferentes escalas de
estudio y propuesta para cada una de estas zonas, acordes con la
agenda principal a abordar en cada caso.
Así, la zona serrana, más contenida geográficamente y por la
presencia de grandes predios destinados a infraestructuras y
equipamientos de servicios, presenta posibilidades acotadas para la
expansión de su planta urbana; pero por otra parte, posee la ventaja
de que el suelo necesario para esta expansión, cuando sea requerido,
es prácticamente en su totalidad de propiedad pública municipal
y provincial, y que sus principales infraestructuras de movilidad y
conectividad se encuentran construidas y en buen estado.
La zona costera, en cambio, aún requiere de un ordenamiento
territorial claro, dado que la heterogeneidad de sus asentamientos
(una villa balnearia, un enclave industrial en proceso de profunda
reconversión, un nuevo Parque Nacional) aún no cuenta, en primer
lugar, con infraestructuras de accesibilidad, movilidad y conectividad
de trazado y ejecución acordes. Por otra parte, si bien las plantas
urbanas poseen amplias posibilidades de expansión, el suelo público
disponible a tal efecto es prácticamente inexistente, dado que el
del que se dispone se encuentra destinado a usos industriales, o
comprendido en áreas de reserva natural; en cambio, el suelo ya
creado, originalmente de propiedad municipal, se encuentra aún
vacante en gran parte del actual ejido urbano.
La dotación de infraestructuras de servicios urbanos, si bien está
en proceso de mejora, es todavía precaria. Las extraordinarias
condiciones del paisaje atlántico costero representan un bien común
a preservar.
Desde el punto de vista geotécnico y climático también existen
diferencias, ya que en la zona serrana, la disponibilidad de suelo
apto para expansiones urbanas se acota aún más por la presencia
de sustratos y afloramientos rocosos, que dificultan el tendido de
infraestructura subterránea y encarecen el proceso de urbanización;
en cambio, en la zona costera la geotecnia no arroja dificultades
mayores. Ambientalmente, en la zona serrana la Sierra Grande ofrece
un buen abrigo de los vientos (que disminuye en los crecimientos
hacia el este), mientras que en la zona costera es necesario proveer
de reparos artificiales adecuados.
Desde el punto de vista normativo y jurisdiccional, también pueden
señalarse diferencias importantes. La zona serrana cuenta con el
Gobierno municipal como actor protagónico, por contar con marcos
normativos mejorables, pero claros, y ser el principal tenedor de
suelo; contrariamente, en la zona costera se superponen agencias
nacionales, provinciales y municipales, el principal tenedor de suelo
se encuentra en el sector privado, y actualmente existen importantes
vectores de transformación productiva, los cuales justifican el
presente Plan y que seguramente tendrán impacto también en la zona
serrana.
El Plan Punta Colorada toma cuidadosa cuenta de esta situación de
partida, y adopta las siguientes premisas como recomendación para
las gestiones local y provincial:
1.Priorizar el completamiento de los ejidos urbanos existentes ya
servidos, y el completamiento de su infraestructura de servicios
faltante o deficitaria;
2.Aguardar para impulsar o convalidar nuevos crecimientos de las
plantas urbanas, y cuando ello se realice, asegurar su completa y
sostenible dotación de infraestructura de servicios y su calidad
urbana fundacional;
3.Priorizar la habilitación de nuevo suelo para cubrir el déficit
local de viviendas nuevas, a través de programas nacionales cuyo
financiamiento debe gestionarse;
4.Propiciar un marco adecuado para una futura gestión
interjurisdiccional de la zona costera, en el marco de la legislación
nacional, provincial y municipal vigente.
El Plan, en su instancia propositiva, reúne un total de 24 mapas.
Respecto a las escalas de propuesta, se ha adoptado la escala
1:20.000 para el ejido urbano de Sierra Grande y sus potenciales
ampliaciones; y la escala 1:60.000 para el Área Costera, con
estudios de detalle en escala 1:20.000, equivalentes a los de Sierra
Grande. Se desarrolló asimismo un estudio y propuesta de movilidad
y conectividad microrregional en escala 1:90.000, y para los
lineamientos de planes de sector, se han adoptado las escalas 1:5000
para el correspondiente a Sierra Grande, y 1:10.000 para el de Playas
Doradas en el Área Costera.
El Plan, en su instancia propositiva, reúne un total de 24 mapas.
Respecto a las escalas de propuesta, se ha adoptado la escala
1:20.000 para el ejido urbano de Sierra Grande y sus potenciales
ampliaciones; y la escala 1:60.000 para el Área Costera, con
estudios de detalle en escala 1:20.000, equivalentes a los de Sierra
Grande. Se desarrolló asimismo un estudio y propuesta de movilidad
y conectividad microrregional en escala 1:90.000, y para los
lineamientos de planes de sector, se han adoptado las escalas 1:5000
para el correspondiente a Sierra Grande, y 1:10.000 para el de Playas
Doradas en el Área Costera.